Francisco González: "La tecnología tiene un enorme impacto en la vida de la gente"

BBVA Deep Talks

Presentamos ‘Deep Talks’, donde mediante entrevistas intentaremos dar a conocer a personas que han sido capaces de entender la transformación como una oportunidad para impactar en su entorno de manera positiva. En el primer programa, el protagonista es Francisco González, presidente de BBVA.

Poco después de anunciar su salida del banco tras 18 años como presidente de la entidad y otros casi cuatro como presidente de Argentaria, Francisco González ha hecho un repaso a su carrera profesional. Analiza cómo hay que “saber adaptarse” a los cambios y retos “como una oportunidad” y cuenta que la transformación ligada a la tecnología ha sido un eje constante en su vida. “Siempre he mirado hacia adelante. Me ha interesado más el futuro que el presente; de alguna forma esa curiosidad hacia el futuro me lleva a que mi primer trabajo no tenga nada que ver con mi primera carrera”.

Durante la entrevista, el presidente de BBVA cuenta que su primer empleo fue como programador de IBM en 1964. “Un trabajo apasionante, porque la tecnología tiene un enorme impacto en la vida de la gente, tanto desde el punto de vista social como económico”.

Además, el programa traza un recorrido por muchos de los temas más importantes para Francisco González, como el cambio en la cultura corporativa de BBVA, la adaptación de la banca a la tecnología, los nuevos competidores, la relación con los clientes, quién debe de tener el control de los datos, la situación macroeconómica y la política mundial… Comenta con orgullo que “tenemos un banco que está a la cabeza de la banca mundial en ese largo camino de transformación digital. Hemos ganado tiempo y el tiempo es un activo que no se puede comprar”.

Asimismo, recuerda que los valores de una empresa son críticos para su buen funcionamiento: “No se puede construir una gran compañía en la sociedad de la información que no esté la basada en principios sólidos”, afirma.

Pero Francisco González también reflexiona sobre cómo va a invertir su tiempo cuando deje su actual ocupación, un día que, reconoce “será raro” después de más de cinco décadas trabajando. Desvela que va a “estar cerca” de gente joven “con ganas de hacer cosas interesantes en el mundo de la educación y de la salud”, dos ámbitos que le apasionan porque contribuyen a “que la sociedad esté más unida y sea mejor para todos”.